Si no te gusta el Queso Manchego es porque aún no has probado el auténtico. El Manchego, por nombre y por sabor, ha conseguido ser uno de los quesos más reconocidos en todo el mundo y uno de los más gustosos para los amantes del queso. Los que lo consumen se han convertido en fieles seguidores de su sabor y disfrutan preparando su plato de queso para compartir los buenos ratos con los amigos.
Si te preguntaran cuál es la diferencia entre un Queso Manchego y otro que no lo es, seguro que ya sabes responder con firmeza porque ya conoces las indicaciones imprescindibles para hacerlo. Pero ¿sabrías explicar en qué se diferencia un Queso Manchego Curado de uno Semicurado? y ¿qué es lo que hace que un Queso Manchego sea añejo?
Para que no tengas ninguna duda cuando vayas a comprar tu porción de Queso Manchego, te vamos a explicar las distintas variedades del Queso Manchego según su curación. Así podrás responder a ciencia cierta por qué el Manchego Añejo es de tus favoritos o por qué siempre has sido más de curado.
Cómo es un Queso Manchego
El Queso Manchego se elabora con leche de oveja manchega y debe tener una maduración mínima de 30 días para quesos elaborados con leche pasteurizada con peso igual o inferior a 1,5 kgs, y de 60 días para el resto de formatos. En cuyo caso, no hay que olvidar que puede tener una maduración máxima de 2 años.
El tiempo de maduración es la fase que determina la edad de un queso. Pertenece a la última fase del proceso de elaboración y es clave en la determinación de los sabores y olores. La maduración es la etapa donde el queso reposa a la temperatura y condiciones adecuadas hasta que esté listo para consumirse.
Sabiendo por qué es importante la maduración en un queso, estos son los 3 tipos de Queso Manchego que se conocen:
Queso Manchego Curado
Su maduración oscila entre los 6 y 9 meses. Este tiempo de maduración aporta al queso un olor y sabor pronunciado, dejando un gusto de sabores suaves de notas de caramelo y frutos secos.
Queso Manchego Semicurado
Tiene una maduración de 1 a 3 meses dependiendo de su tamaño. Se caracteriza por tener una textura elástica, con una pasta de color crema. En cuanto al aroma, es láctico y cada porción contiene un sabor a heno, hierba y fruta con un punto dulce. El Queso Manchego Semicurado es el de menor curación dentro de estas tres variedades.
Queso Manchego Viejo
Los quesos viejos deben madurar durante un período de más de 9 meses. El Queso Manchego Viejo posee una textura quebradiza con un sabor que perdura más en boca. Una de sus peculiaridades es que el interior del queso presenta un tono color caramelo.
Como has podido comprobar, la maduración del queso influye sobre todo en la textura, el sabor y el olor. Por eso, a mayor maduración, el sabor será más picante y el olor más intenso y su textura será más dura y seca, por la pérdida del agua.
El queso es el resultado de un largo proceso de elaboración hecho con mucho mimo. La fase de maduración es esencial porque es donde pueden observarse los cambios en su composición característicos y necesarios para poder consumir el queso.
Como en la variedad está el gusto (y también el queso) tenías que conocer las 3 clases de Queso Manchego que existen. Tienes donde elegir, ya que los meses de maduración le darán al queso las propiedades sensoriales que prefieres.
Disfruta del placer de probar un buen Queso Manchego y no olvides conservarlo en el lugar adecuado cuando termines de preparar tu tabla de queso. Así estará en las mejores condiciones para cuando tus amigos vuelvan a cenar en casa.